Un jardín campestre irradia tranquilidad, espacio y belleza natural. Nada de líneas limpias ni materiales modernos, sino un ambiente suelto, quizá ligeramente romántico, con mucha vegetación, elementos naturales y rincones acogedores. ¿Cómo diseñar un jardín así? ¡Te lo contamos en este blog!
Un jardín campestre es realmente un lugar para desconectar, donde la vida parece transcurrir a un ritmo más lento. Si vas a diseñar un jardín campestre, es bueno que sigas unas cuantas pautas. Así evitarás que el aspecto resulte recargado.
Un diseño suelto y orgánico
Un jardín campestre no tiene tanto que ver con la perfección, sino mucho más con la atmósfera y la experiencia. Por tanto, evita las líneas estrechas o la simetría. En su lugar, opta por una disposición lúdica y caminos sinuosos, bordes redondeados y alturas escalonadas. Un camino de grava serpenteando entre las flores, una pequeña zona para sentarse bajo un árbol o un muro de piedras amontonadas dan al jardín una estructura informal y natural.
Trabaja con materiales naturales
Un jardín campestre debe encajar con la naturaleza. Realmente quieres sumergirte en el verdor. Para los materiales de tu jardín, lo mejor es elegir materiales naturales como madera, grava, conchas, piedra natural y metal desgastado. Evita el plástico brillante o el hormigón liso, que se adaptan mejor a un entorno moderno.
Por ejemplo, opta por una terraza de escalones y grava, elige borduras de acero corten y elige muebles de jardín de madera, como el conjunto de salón Bear Chair. Esto dará a tu jardín un aspecto lúdico y natural.
Deja que la siembra sea la protagonista
En un jardín campestre, la plantación exuberante es imprescindible. Aquí pueden florecer flores, plantas y arbustos. Elige borduras con una mezcla de plantas perennes, gramíneas ornamentales, hierbas y bulbos para conseguir un aspecto impresionante. Combina plantas altas y bajas y déjalas colgar parcialmente sobre el camino o el césped. Un poco de soltura da instantáneamente a tu jardín un ambiente diferente.
Añade estructura deliberadamente
Puede parecer fácil diseñar un jardín campestre; al fin y al cabo, quieres que sea un poco exuberante. Sin embargo, si no añades ninguna estructura, se convierte en un caos. Un jardín campestre tiene mejor aspecto si trabajas con líneas de visión y si también hay algo que ver a la altura de los ojos. Piensa en una sencilla pérgola con plantas trepadoras como rosas o clemátides, una espaldera o una valla de madera cubierta de madreselva.
Opta por zonas de asiento acogedoras
Un jardín campestre puede ser bastante grande, por lo que unas cuantas zonas agradables para sentarse son imprescindibles. Fíjate bien dónde quieres colocar esas zonas de asiento. Averigua dónde da el sol a qué hora del día y organiza los asientos de modo que puedas elegir un lugar soleado o sombreado en cualquier momento del día. También puedes crear zonas de asientos para distintos fines. Por ejemplo, puedes crear una terraza con una mesa de comedor y sillas, una zona de estar para disfrutar de una taza de té y un rincón donde estirarte en una silla al sol. Busca también la privacidad. Con algunas plantas altas, puedes proteger las zonas de asiento entre sí o del espacio público. De este modo, siempre tendrás un lugar donde disfrutar de tu jardín y encontrar paz y tranquilidad.